Decididos íbamos a subir hasta las antenas del Mondúver, el día era bueno, el camino conocido y los ánimos estupendos....Iniciamos el ascenso con bastante calor y una humedad que hizo despojarnos de las ropas de abrigo nada más empezar.Paramos a almorzar en una mesa que había en la Font del Molí y proseguimos la marcha por la pendiente pedregosa.Según íbamos ascendiendo las antenas se quedaban cubierta por una espesa niebla que nos hizo desistir de continuar con la aventura. Ya de regreso escuchamos los maullidos de un gato que venía desde el pico siguiendo a un grupo de senderista que caminaban con rapidez.Lo esperamos y emnprendimos la marcha juntos, el gato y nosotros, pero iba tan cansado que decicimos facilitarle el viaje cosa que no acepto a pesar de los desvelos de Rafa por llevarlo en un a bolsa colgada al hombro.Su marcha era lenta por lo que teníamos que esperarlo y cogerlo en brazos tanto Pepa como Rafa, hasta llegar al lugar del almuerzo donde descansamos un rato hablando con unas senderistas que recogimos un día que se habían perdido por el Espadán, cosa que hizo que el minino se recuperara bastante.Continuamos hasta que decidimos parar a comer antes de llegar al coche.Alimentamos a nuestro invitado le dimos agua y ale a continuar hasta el final. ¿no os ha gustado nuestra aventura? pues no es lo mismo contarla que vivirla, íbamos contentos y felices con nuestra acción, habíamos salvado a un precioso y cariñoso gato de una muerte segura y Rafa, con su amor a los animales,se lo llevó a su casa de Moncada para que conviva con sus animalitos. ¡bien por Rafa, cuidalo mucho!
Decididos íbamos a subir hasta las antenas del Mondúver, el día era bueno, el camino conocido y los ánimos estupendos....Iniciamos el ascenso con bastante calor y una humedad que hizo despojarnos de las ropas de abrigo nada más empezar.Paramos a almorzar en una mesa que había en la Font del Molí y proseguimos la marcha por la pendiente pedregosa.Según íbamos ascendiendo las antenas se quedaban cubierta por una espesa niebla que nos hizo desistir de continuar con la aventura.
ResponderEliminarYa de regreso escuchamos los maullidos de un gato que venía desde el pico siguiendo a un grupo de senderista que caminaban con rapidez.Lo esperamos y emnprendimos la marcha juntos, el gato y nosotros, pero iba tan cansado que decicimos facilitarle el viaje cosa que no acepto a pesar de los desvelos de Rafa por llevarlo en un a bolsa colgada al hombro.Su marcha era lenta por lo que teníamos que esperarlo y cogerlo en brazos tanto Pepa como Rafa, hasta llegar al lugar del almuerzo donde descansamos un rato hablando con unas senderistas que recogimos un día que se habían perdido por el Espadán, cosa que hizo que el minino se recuperara bastante.Continuamos hasta que decidimos parar a comer antes de llegar al coche.Alimentamos a nuestro invitado le dimos agua y ale a continuar hasta el final.
¿no os ha gustado nuestra aventura? pues no es lo mismo contarla que vivirla, íbamos contentos y felices con nuestra acción, habíamos salvado a un precioso y cariñoso gato de una muerte segura y Rafa, con su amor a los animales,se lo llevó a su casa de Moncada para que conviva con sus animalitos. ¡bien por Rafa, cuidalo mucho!