lunes, 27 de febrero de 2012

Excursión Nº 07 Naquera 25-02-2012

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 Plano 1

• Provincia Valencia
• Comarca Campo de Turia • Partido judicial Liria
• Altitud 242 msnm
• Distancia 24 km a Valencia

 Foto1

 Foto2

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2 comentarios:

  1. EN BUSCA DEL TESORO. SIERRA CALDERONA.


    5 de Octubre de 1804. Frente a las costas de Algarve es hundida una fragata española por otra de la ”pérfida Albión”, cuando casi llegaba a su destino: Cádiz. Nuestra Señora de las Mercedes se llamaba y venía del Perú cargada hasta los topes de oro y plata. El impacto en la santabárbara o polvorín hace que el mar se trague de inmediato la tripulación (249 hombres ) y su precioso cargamento.

    25 Febrero de 2012, año del bicentenario de La Pepa, la constitución de Cádiz. Tras una ardua lucha en los tribunales USA, llega a España el cargamento de La Mercedes, que los caza-tesoros (¿o piratas?) del Odyssey habían sacado del fondo del mar. Son 595.000 monedas de oro y plata de un valor incalculable.

    ¿ Solo 595.000 ? No, hombre, no, a los de pasetapaset no nos engañan, avezados como estamos a ver donde los demás sólo miran. Seguro que eran bastantes más, pero descontando la “mordida” del virrey, enviarían 600.000, numero redondo. que si no iban a pensar que las 5.000 se las había quedado él. ¿Y donde iban a estar las 5.000 que faltaban ? Pues por aquí, la” millor terreta del mon”. Sol, paella, naranjas, playa, fallas, fórmula 1, Copa América, chicas guapas…¡ Ché, a quién se le podría ocurrir ir a otro sitio a disfrutarlas…! ¿Y donde esconderían el tesoro, que estuviera a mano, y no a 1.100 metros bajo el agua, que luego han de venir los del odyssey ése a sacarlas y se las llevan? ! Pues en La Calderona, coño, si hasta Sherlock Holmes lo vería ! Allí les protegería el Gigante de la Mola, que tanto respeto impone…

    Pero no contaban con nuestra perspicacia y no sabían que, después de haberle curado la caries, al gigante lo teníamos ganado. Así que cuatro miembros (para no llamar la atención ) nos dispusimos a encontrarlo. Como veréis en las fotos (si consigo sacarlas del móvil) recorrimos caminos y veredas, barrancos y montañas, escudriñamos los alrededores del Salt del Pí… hasta en los cañizares buscamos, y alguno aprovechó para agenciarse la caña de la procesión de la Magdalena, otros para bastón o herramienta “pa collir figues”. De todo hicimos, almuerzo incluido, pero de doblón ni uno. Disfrutamos de la sierra, compartimos un día esplendoroso con ciclistas y mirlos, hasta alternamos fotos con un par de tortolitos. Nada, tuvimos que rendirnos, pues en Moncada nos esperaba una paella a la que nos invitaba Rafa por su pasado cumpleaños. No diré cuantos, que aunque él no lo oculta, no es de caballeros: pero en el Kamasutra le tienen dedicada una postura al numerito. Allí acudirían las mujeres; a la paella digo, no a lo del Kamasutra.

    Como en las novelas de D. Vicente, entre naranjos, pusimos los hombres las mesas y las sillas, sacamos la vajilla y preparamos el aperitivo antes de que llegaran las féminas. Aunque tuvimos el detalle de dejarles el “fregoteo” del ajuar, que son muy suyas y si no se enfadan. ¡ Lástima que faltaban muchos de los componentes, ellas y ellos, por gripe y otros imponderables !

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  2. Traída la paella, tan buena de sabor como de aspecto muestran la imágenes, dimos cuenta de ella y de las deliciosas ensaladas preparadas con género de primera mano, regamos con buen vino (reserva, tonterías las justas), de postre naranjas del mismo árbol cogidas, leche frita y deliciosas pastas varias, y brindamos con exquisito cava que mantuvimos fresco en nuestra champanera de exclusivo diseño: ¡ hay que patentarla!. Cumpleaños Feliz fue la canción que ganó el concurso por unanimidad, y hasta diríase que unas tenues y acuosas perlas daban brillo a los akais del homenajeado. El buen humor brilló tanto como el sol que inundaba cálido la tierra roja y los olorosos naranjos.

    Sobre el tesoro….…¿no os habéis fijado en ciertas fotos en que aparecen doblando el lomo unas lindas mozas, revolviendo entre los surcos de la huerta ? ¿ Y acaso creéis que lo harían sino fuera porque algo muy valioso habían encontrado allí ? Verdad es que no refulgían de oro y plata, sino verde que te quiero verde….pero un autentico tesoro.

    Volvimos a casa, tan pobres de oro como habíamos salido, pero opulentos en alegría, amistad, disfrute de la naturaleza, buen humor,…y llenos de granos (pero eso se pasa pronto).

    ¡ Portaos bien y nos metáis en líos chic@s!


    P.D. : Los enfermitos, como diría Tejero ¡ Se curen, coño ! (con todo el cariño).

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