Nueve apasionados amantes de la naturaleza componemos el grupo de pasetapaset comisionados para desvelar uno de los más oscuros misterios de la Antigüedad: el paradero de Medusa, la única mortal de las tres Gorgonas. Desde Homero que la situaba en el profundo Hades o infierno, numerosos han sido los testimonios de su maléfico poder, pero jamás se encontró su guarida. Hermosísima joven de dorados cabellos, fue violada por Poseidón en el mismísimo templo de Atenea, quien ofendida por la profanación la convirtió en horrenda faz con serpientes por cabellera, quedando quien osara mirarla trocado en piedra para siempre. Agamenón, Alejandro y el mismo Carlos V llevaban su rostro grabado en sus escudos, atemorizando así a sus enemigos.
Nuestra no menos legendaria perspicacia nos llevó, tras arduos estudios hermenéuticos, filológicos y etimológicos (somos muy lógicos nosotros ) a descubrir que se escondía tras los, en apariencia inocentes, nombres de Marines Viejo y el Gorgo. ¿ Quien sino los antiguos griegos podían ser los “viejos marinos” que surcaban el mar de color de vino homérico ? ¿ Y no es claro como el vodka que Gorgo en una contracción de Gorgona, como Valencia lo es de Valenciana ? Con estas delirantes certezas partimos en busca de la famosa Gorgona… armados con gafas de sol por si acaso.
Iniciamos la marcha alegremente en cuanto cumplimos nuestro sagrado sacrificio naranjil, atravesando el bonito y pequeño pueblo, sin rastro de aparejos marineros. ¡ Sin duda los ocultan, los muy ladinos ! Sin demora comenzamos la ascensión, de pendiente pronunciada, siguiendo unas marcas de PR, que luego dejaremos y continuaremos por una cómoda pista forestal hasta llegar a la Masía de la Olla (nada que ver con nosotros, estamos bien ) donde nuestra avanzadilla, Mati y Maruja, habían ligado con unos ciclistas. Almorzamos de buena gana, dotoreamos el antiguo poblado morisco y seguimos disfrutando del entorno: la primavera se hace notar en la floración del matorral mediterráneo, los verdes pinos están en su esplendor, los pajaritos cantan y las nubes se levantan… cuando el ejercicio nos sube a temperatura hasta algunos parecen rejuvenecer con los “deshabilles” femeninos.
Por el camino, además de algún alcornocal de gran tamaño, no usual por estos lares, vimos algunos fardachos de gran tamaño. Umm!.. reptiles, esto corrobora nuestra sospechas; Mª José asegura haber sentido pasar sobre sus pies un sinuoso y veloz animal sin identificar.…Continuamos hasta la falda del Gorgo, donde dejamos las mochilas al cuidado de MJ, que prefiere esperarnos allí. Atacamos la cumbre por el empinado camino, con determinación y sin amedrentarnos por los grandes bloques de piedra de rodeno, que intuimos son consecuencia de la maldición que petrifica a los que se atreven a mirar a la Gorgona. Coronamos, disfrutamos de las fantásticas vistas de toda la Calderona, dejamos nuestras firmas en el libro de visitas del belén, y por supuesto subimos a la chepa de punto geodésico, conforme a nuestra ancestral costumbre. Iniciamos la baja da y… ALLI ESTABA. VIVA. A unos doscientos metros. La vimos: joven esbelta, con bikini o sujetador negro, según versiones..las miradas fueron furtivas, y evitamos su cara, que sino seríamos ya un risco de la sierra. Acompañada de un varón, sin duda Perseo, quien en vez de cortarle la cabeza como dice el mito, debió de enrollarse con ella… .sobre gustos, colores ( Puyol, el del Barça, tiene novia, y es lo más parecido a la Medusa ). Todo magníficamente documentado gráficamente por Maruja. La Gorgona no sale en las fotos por razones obvias.
Bajamos rápidamente, cogimos las mochilas y desaparecimos camino del pueblo, siguiendo las pautas del “parato”, comimos en un precioso paraje y llegamos al pueblo inmersos en unos vahos chuleteros que nos animaron hacia el bar a tomar unos cafetitos. Allí, con hábiles y discretas preguntas nos enteramos que no hay en el pueblo ni cura, ni boticario ni guardia civil…. ¡ Coño, un lugar perfecto para nuestra amiga …! De camino a los coches nos brindamos a ayudar a los chavales de las chuletas (que ya estaban a punto) a derrotarlas, pero nos dijeron que volviéramos en una hora….ni hablar, nos entró prisa de repente y volvimos a Valencia.
¡ POR LOS PELOS !
ResponderEliminarNueve apasionados amantes de la naturaleza componemos el grupo de pasetapaset comisionados para desvelar uno de los más oscuros misterios de la Antigüedad: el paradero de Medusa, la única mortal de las tres Gorgonas. Desde Homero que la situaba en el profundo Hades o infierno, numerosos han sido los testimonios de su maléfico poder, pero jamás se encontró su guarida. Hermosísima joven de dorados cabellos, fue violada por Poseidón en el mismísimo templo de Atenea, quien ofendida por la profanación la convirtió en horrenda faz con serpientes por cabellera, quedando quien osara mirarla trocado en piedra para siempre. Agamenón, Alejandro y el mismo Carlos V llevaban su rostro grabado en sus escudos, atemorizando así a sus enemigos.
Nuestra no menos legendaria perspicacia nos llevó, tras arduos estudios hermenéuticos, filológicos y etimológicos (somos muy lógicos nosotros ) a descubrir que se escondía tras los, en apariencia inocentes, nombres de Marines Viejo y el Gorgo. ¿ Quien sino los antiguos griegos podían ser los “viejos marinos” que surcaban el mar de color de vino homérico ? ¿ Y no es claro como el vodka que Gorgo en una contracción de Gorgona, como Valencia lo es de Valenciana ? Con estas delirantes certezas partimos en busca de la famosa Gorgona… armados con gafas de sol por si acaso.
Iniciamos la marcha alegremente en cuanto cumplimos nuestro sagrado sacrificio naranjil, atravesando el bonito y pequeño pueblo, sin rastro de aparejos marineros. ¡ Sin duda los ocultan, los muy ladinos ! Sin demora comenzamos la ascensión, de pendiente pronunciada, siguiendo unas marcas de PR, que luego dejaremos y continuaremos por una cómoda pista forestal hasta llegar a la Masía de la Olla (nada que ver con nosotros, estamos bien ) donde nuestra avanzadilla, Mati y Maruja, habían ligado con unos ciclistas. Almorzamos de buena gana, dotoreamos el antiguo poblado morisco y seguimos disfrutando del entorno: la primavera se hace notar en la floración del matorral mediterráneo, los verdes pinos están en su esplendor, los pajaritos cantan y las nubes se levantan… cuando el ejercicio nos sube a temperatura hasta algunos parecen rejuvenecer con los “deshabilles” femeninos.
Por el camino, además de algún alcornocal de gran tamaño, no usual por estos lares, vimos algunos fardachos de gran tamaño. Umm!.. reptiles, esto corrobora nuestra sospechas; Mª José asegura haber sentido pasar sobre sus pies un sinuoso y veloz animal sin identificar.…Continuamos hasta la falda del Gorgo, donde dejamos las mochilas al cuidado de MJ, que prefiere esperarnos allí. Atacamos la cumbre por el empinado camino, con determinación y sin amedrentarnos por los grandes bloques de piedra de rodeno, que intuimos son consecuencia de la maldición que petrifica a los que se atreven a mirar a la Gorgona. Coronamos, disfrutamos de las fantásticas vistas de toda la Calderona, dejamos nuestras firmas en el libro de visitas del belén, y por supuesto subimos a la chepa de punto geodésico, conforme a nuestra ancestral costumbre. Iniciamos la baja da y… ALLI ESTABA. VIVA. A unos doscientos metros. La vimos: joven esbelta, con bikini o sujetador negro, según versiones..las miradas fueron furtivas, y evitamos su cara, que sino seríamos ya un risco de la sierra. Acompañada de un varón, sin duda Perseo, quien en vez de cortarle la cabeza como dice el mito, debió de enrollarse con ella… .sobre gustos, colores ( Puyol, el del Barça, tiene novia, y es lo más parecido a la Medusa ). Todo magníficamente documentado gráficamente por Maruja. La Gorgona no sale en las fotos por razones obvias.
ResponderEliminarBajamos rápidamente, cogimos las mochilas y desaparecimos camino del pueblo, siguiendo las pautas del “parato”, comimos en un precioso paraje y llegamos al pueblo inmersos en unos vahos chuleteros que nos animaron hacia el bar a tomar unos cafetitos. Allí, con hábiles y discretas preguntas nos enteramos que no hay en el pueblo ni cura, ni boticario ni guardia civil…. ¡ Coño, un lugar perfecto para nuestra amiga …! De camino a los coches nos brindamos a ayudar a los chavales de las chuletas (que ya estaban a punto) a derrotarlas, pero nos dijeron que volviéramos en una hora….ni hablar, nos entró prisa de repente y volvimos a Valencia.
¡ Portaos bien Chic@s, y no os metáis en líos !