Viendo la juvenil movida de estos días preelectorales, nos entró cierta añoranza, o quizá algo de envidia. ¿Acaso no podríamos encontrar las fuentes de la eterna juventud, tan mencionadas en antiguos y eruditos textos ? Exhaustivas investigaciones nos llevaron a creer que las podríamos encontrar en la falda….de una altiva, hermosa cumbre, la más alta de Alicante, la majestuosa Aitana. Hay allí tres, tan abundantes y deseables como frías y límpidas sus aguas. Si de las tres se bebe, es seguro, dicen, se conseguirá la eterna juventud….al menos de espíritu.
Nos pusimos manos a la obra, es decir al volante, siete componentes del grupo, y al igual que Jasón y los Argonautas en busca del vellocino de oro, arrostramos cuanta dificultad encontramos al paso hasta lograr nuestro propósito. Cabalgamos sobre la sinuosa, plateada serpiente que, amén de intentar marearnos, nos lanzaba en cada curva acerados dardos de dos ruedas a gran velocidad, que nuestro hábil piloto sorteaba no sin lanzar algún juramento.
Llegadas a Benifató , enfilamos por un camino hacia la primera fuente, siendo retenidos brevemente por los cantos de sirena de unos rojos frutos, que por allí llaman “sireres”, a quienes cumplimentamos y prometimos visitar más detenidamente a la vuelta, ya más jóvenes y por tanto con más tiempo. Una vez en La Fuente de Partagás, maravillados de su gran caudal, bebimos de ella y ya puestos, almorzamos a la sombra de los chopos, para iniciar con fuerza el ascenso, entre almendros, por la senda que lleva a un collado y la pared impresionante del Peñón de Partagás. Dejamos pasar gentilmente a un grupo que traía prisa, y alcanzamos la Fuente del Nogal, con su apetecible balsa. Bebemos y no nos bañamos por que, aunque el sol calienta en un día espléndido, el agua está helada. Giramos a la izquierda y encaramos el ascenso hasta el Paso de la Rabosa, parando antes en La Font Forata, y claro está, bebemos.
El paso de la Rabasa, de apenas un metro de anchura y fuerte desnivel entre piedras, nos permite comprobar nuestro gran estado de forma ¿estarán empezando a hacer efecto las aguas ? Superado el paso, ante nuestros ojos se abren unas impresionantes simas, fracturas verticales de más de cien metros de profundidad. Ascendemos a una peña: preciosas vistas del Puig Campana, del Peñó de Calp, de la Serrella y la Xartá, del valle del Guadalest, playa de Alicante al fondo….solo nos queda coronar la cima, lo que hacemos después de bajar la peña (algunos a lo cabra montesa), y ascender por otro camino a la cumbre, hasta las mismas alambradas de la base militar, que decidimos no saltar, no sea que el efecto rejuvenecedor sea ya considerable y nos incorporen a filas. Grandes vistas y fuerte viento, fresco, que nos obliga a poner el chubasquero.
Desandamos el camino, pero solo hasta el cruce, luego bajaremos por la derecha, pasando por el borde de la impresionante Peña Alta, con un cortado vertiginoso . De nuevo excepcionales vistas, alguno pretende haber divisado, con ayuda de unos prismáticos, una playa nudista de Ibiza. Algo más adelante, al abrigo de unas carrascas, comemos, compartiendo viandas y risas, vino, café y pastas. Tras una fuerte bajada, llegamos a la pista, que siguiendo por la izquierda nos llevará hasta la fuente donde tenemos los coches. Antes nos desviaremos un poco, de nuevo subiendo para ver un precioso nevero, de los que tanto abundan en estas tierras.
Y de nuevo en la Fuente Partagas, volvemos a beber (a ver si al final nos tienen que dar teta), y tras deleitarnos con naranjas y nísperos, deliciosos, nos vamos a casa sin poder aligerar los cerezos de su carg ¡ Estaban los forestales vigilando, la fama nos precede ! Una gran ruta, valía la pena hacer unos kms. extra, Aitana lo merece. Ver la magnífica documentación gráfica que se acompaña.
Luis dijo:
ResponderEliminarmayo 24, 2011 en 8:52 pm (Editar)
LAS FUENTES DE LA ETERNA JUVENTUD.
Viendo la juvenil movida de estos días preelectorales, nos entró cierta añoranza, o quizá algo de envidia. ¿Acaso no podríamos encontrar las fuentes de la eterna juventud, tan mencionadas en antiguos y eruditos textos ? Exhaustivas investigaciones nos llevaron a creer que las podríamos encontrar en la falda….de una altiva, hermosa cumbre, la más alta de Alicante, la majestuosa Aitana. Hay allí tres, tan abundantes y deseables como frías y límpidas sus aguas. Si de las tres se bebe, es seguro, dicen, se conseguirá la eterna juventud….al menos de espíritu.
Nos pusimos manos a la obra, es decir al volante, siete componentes del grupo, y al igual que Jasón y los Argonautas en busca del vellocino de oro, arrostramos cuanta dificultad encontramos al paso hasta lograr nuestro propósito. Cabalgamos sobre la sinuosa, plateada serpiente que, amén de intentar marearnos, nos lanzaba en cada curva acerados dardos de dos ruedas a gran velocidad, que nuestro hábil piloto sorteaba no sin lanzar algún juramento.
Llegadas a Benifató , enfilamos por un camino hacia la primera fuente, siendo retenidos brevemente por los cantos de sirena de unos rojos frutos, que por allí llaman “sireres”, a quienes cumplimentamos y prometimos visitar más detenidamente a la vuelta, ya más jóvenes y por tanto con más tiempo. Una vez en La Fuente de Partagás, maravillados de su gran caudal, bebimos de ella y ya puestos, almorzamos a la sombra de los chopos, para iniciar con fuerza el ascenso, entre almendros, por la senda que lleva a un collado y la pared impresionante del Peñón de Partagás.
Dejamos pasar gentilmente a un grupo que traía prisa, y alcanzamos la Fuente del Nogal, con su apetecible balsa. Bebemos y no nos bañamos por que, aunque el sol calienta en un día espléndido, el agua está helada. Giramos a la izquierda y encaramos el ascenso hasta el Paso de la Rabosa, parando antes en La Font Forata, y claro está, bebemos.
El paso de la Rabasa, de apenas un metro de anchura y fuerte desnivel entre piedras, nos permite comprobar nuestro gran estado de forma ¿estarán empezando a hacer efecto las aguas ? Superado el paso, ante nuestros ojos se abren unas impresionantes simas, fracturas verticales de más de cien metros de profundidad. Ascendemos a una peña: preciosas vistas del Puig Campana, del Peñó de Calp, de la Serrella y la Xartá, del valle del Guadalest, playa de Alicante al fondo….solo nos queda coronar la cima, lo que hacemos después de bajar la peña (algunos a lo cabra montesa), y ascender por otro camino a la cumbre, hasta las mismas alambradas de la base militar, que decidimos no saltar, no sea que el efecto rejuvenecedor sea ya considerable y nos incorporen a filas. Grandes vistas y fuerte viento, fresco, que nos obliga a poner el chubasquero.
Desandamos el camino, pero solo hasta el cruce, luego bajaremos por la derecha, pasando por el borde de la impresionante Peña Alta, con un cortado vertiginoso . De nuevo excepcionales vistas, alguno pretende haber divisado, con ayuda de unos prismáticos, una playa nudista de Ibiza. Algo más adelante, al abrigo de unas carrascas, comemos, compartiendo viandas y risas, vino, café y pastas. Tras una fuerte bajada, llegamos a la pista, que siguiendo por la izquierda nos llevará hasta la fuente donde tenemos los coches. Antes nos desviaremos un poco, de nuevo subiendo para ver un precioso nevero, de los que tanto abundan en estas tierras.
Y de nuevo en la Fuente Partagas, volvemos a beber (a ver si al final nos tienen que dar teta), y tras deleitarnos con naranjas y nísperos, deliciosos, nos vamos a casa sin poder aligerar los cerezos de su carg ¡ Estaban los forestales vigilando, la fama nos precede !
Una gran ruta, valía la pena hacer unos kms. extra, Aitana lo merece. Ver la magnífica documentación gráfica que se acompaña.
¡ Portaos bien chic@s y no os metáis en líos !