jueves, 26 de mayo de 2011

Excursión Nº 5 a La Peña Saganta 16-10-2010

foto menu

mapa 1

mapa 2

• Provincia Castellón
• Comarca Alto Mijares
• Partido judicial Nules
• Altitud 294 msnm
• Distancias 99 km a Valencia

 Foto1

 Foto 2

 Foto3



2 comentarios:

  1. luis 1/2

    Con los rayos del sol naciente proyectando su luz a través de las escasas nubes, dejando su dorado reflejo sobre el Golfo de Valencia, nos dirigimos hacia al norte, a la siempre sorprendente Sierra de Espadan. ¿Para qué queremos mapas, GPS, ni demás demoníacos artilugios si llevamos a Ximo, nacido por estas tierras que conoce como la palma de la mano?

    Iniciamos la ruta , partiendo de Espadilla, por el Jardín Botánico, modesto pero loable logro en un pequeño pueblo como este, dispuestos a circuncidar la imponente Peña Saganta . Al final, dada la dureza de la roca, nos tuvimos que conformar con circundarla nada más.

    Siguiendo el PR 314, iniciamos la ascensión .Reponemos fuerzas almorzando en la Fuente de La piqueta, y continuamos nuestro camino disfrutando de las vistas que nos ofrece la altura que vamos ganando. Atravesamos el Barranco de La Carbonera, subiendo otra vez hasta llegar al indicador de Peña Saganta (nada que ver con D. Práxedes Mateo Sagasta, el político decimonónico). Desde allí iniciamos la ascensión definitiva, para gozar de una panorámica impresionante: al frente el Peñagolosa, y a nuestros pies el curso del Mijares, con todos los bonitos pueblos en su ribera, hasta Onda, Villarreal, el puerto de Castellón y el Mediterráneo.. Ximo nos explica todo detalladamente.

    ResponderEliminar
  2. Luis 2/2

    Bajamos al cruce y seguimos el camino. La ruta es circular, sí, pero más parece que seamos caballitos de un “tiovivo”: subimos y bajamos sin parar.

    Al pie del cruce que marca el ascenso al Castillo, compartimos el sustento, sin que faltasen exquisito vino de bota y delicatessen varias. Un extraño prodigio se produjo, quizá como consecuencia del sube y baja y la altura: una botella de vino dulce que llevábamos y en el almuerzo decidimos dejar para después de comer, solidificó en bombones dentro de la botella. A algunos, su dulce sabor al deshacerse, cual magdalena proustiana, nos hizo evocar los felices e intensos días del puente del Pilar, pasados en Villa Magna, imponente caserón del siglo XVI, de acogedora hospitalidad (se dice que en tiempos fue convento). … ¡Coño, me estoy poniendo cursi!.

    Los que aún teniamos fuerzas, y para “quemar” el dulce, subimos al Castillo. ¡ Anda que no eran listos los tíos ! Seguro que quienes pensaran atacarles al mirar para arriba se daban la vuelta y se iban a tomar una cervecita al pueblo (como hicieron algunos del grupo)

    Ya de vuelta, Ximo nos deleitó con una completísima y documentada visita turística por Onda, aunque los del segundo coche me temo que se perdieron la explicación.

    Como decía Bugs Bunny ¡ Thats all my friends ¡

    ResponderEliminar